Eliseo Verón y lo digital



Hoy Domingo salió en Perfil.com una nota de Eliseo Verón en la que responde la pregunta que Roberto Guareschi plateó la semana pasada: "¿Cómo salvar al periodismo?" ¿La respuesta de Verón? Simple. Lo digital. Y nos deja con una reflexión fatal, a los muchos que estudiamos periodismo y caemos siempre en lo mismo: que la objetividad como tal no existe y que los medios deberían dejar de vender "verdades" y sincerarse con el rol que actualmente desempeñan. Los dejó con Verón que lo dice mucho mejor que yo:
Hasta ahora, la profesión nunca llegó realmente a admitir que la “objetividad” es una ilusión. Massing comenta que la explícitos los puntos de vista a partir de los cuales se construye la información. Buena noticia: tal vez la evolución en curso pueda darle el golpe de gracia al mito de la objetividad y la profesión termine reconociendo que, en su historia, estuvo siempre muy cerca de la política: que informar fue siempre comunicar, es decir construir mundos.

Internet lo cambió todo



Las cosas eran distintas cuando, en 1998, me conecté a Internet por primera vez. Mi vieja conexión Dial Up tardaba 30 segundos en cargar las primeras páginas web, repletas de GIF's e imagenes pesadas. Tampoco había redes sociales: Facebook, Twitter y MySpace consumen hoy gran parte de nuestro tiempo online pero cuando me conecté por primera vez me tenía que conformar con los pesados canales de chat (que necesitaban Java y otros plugins para funcionar) o el prehistórico ICQ, el hermano mayor del Messanger de Microsoft. Ni siquiera estaban Google y Wikipedia para aliviar mis dudas sobre cualquier tema que existiese. Metallica todavía no había enjuiciado a los chicos de Napster por robarles su música y los demás sistemas P2P (peer to peer) que alegrarían nuestras tardes con melodías de Lennon/McCartney todavía estaban en pañales. Apple deslumbraba con sus anuncios "Think different" pero el Microsoft de Gates era una máquina imparable que dejaba pronto sin nafta a sus competidores.

Es decir, en 1998 Internet (entendida como un conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas, que utilizan la familia de protocolos TCP/IP, para que las redes que la componen funcionen como una red lógica única, de alcance mundial) no era lo que es hoy. Faltaba un poco, todavía, para Gmail y FriendFeed, para celulares con Internet, para el Iphone, para Youtube y para conexiones 3G. Faltaban cosas, sí, pero la realidad es que Internet había llegado para quedarse y, al hacerlo, había cambiado las reglas del juego para siempre.

Un poco de historia

El hombre es hombre porque vive en sociedad, porque puede comunicarse, porque tiene la capacidad para simbolizar. Internet es sólo un nuevo soporte para transmitir un mensaje; es un paso más en la Aldea Global que nos planteaba Marshall McLuhan cuando hablaba de la televisión. Pero también va un paso más allá: como la imprenta, que permitió el acceso de más personas a la palabra escrita y fomentó la alfabetización, también Internet parte de esa premisa democratizadora de la información.

Pero ese no fue el objetivo inicial de quienes desarrollaron este sistema.
La primera red interconectada nace el 21 de noviembre de 1969, cuando se crea el primer enlace entre las universidades de UCLA y Stanford por medio de la línea telefónica conmutada, y gracias a los trabajos y estudios anteriores de varios científicos y organizaciones desde 1959 (ver Arpanet). El mito de que ARPANET, la primera red, se construyó simplemente para sobrevivir a ataques nucleares sigue siendo muy popular. Sin embargo, este no fue el único motivo. Si bien es cierto que ARPANET fue diseñada para sobrevivir a fallos en la red, la verdadera razón para ello era que los nodos de conmutación eran poco fiables (...) En 1989 en el CERN de Ginebra, un grupo de físicos encabezado por Tim Berners-Lee creó el lenguajE HTML, basado en eL SGLM. En 1990 el mismo equipo construyó el primer cliente web, llamado WorldWideWeb (WWW), y el primer servidor web.

La verdad es que Internet ha tenido un impacto profundo en la forma que trabajamos y entendemos el ocio y el entretenimiento. Blogs, enciclopedias virtuales, supermercados online, revistas, diarios... progresivamente todos han ganado espacio en la red. En Estados Unidos son casi 250 los millones de usuarios que dedican casi 27 horas semanales a la navegación. La web es tan importante para nuestras vidas que aquellos sin los conocimientos básicos para manejarla son considerados analfabetas tecnológicos. Por otro lado, y aunque muchos países en desarrollo hayan ingresado al mercado digital en los últimos años, todavía la brecha digital entre los que pueden acceder a Internet de manera eficiente y barata y los que no, es enorme.

Sin embargo, sus defectos (y sus detractores han encontrado muchos) no opacan sus virtudes. La censura- directa o indirecta- disminuye cuando no hay monopolio de medios. Como mencioné en el primer post de este blog, la importancia de que cualquiera pueda publicar su opinión y que esa pueda llegar libremente y gratis a la pantalla de cualquier usuario en cualquier lugar del mundo revoluciona y democratiza la manera en la que nos comunicamos. La Guerrilla Semiologica de la que hablaba Eco se hace realidad en miles y miles de usuarios que, en centenares de plataformas, se atreven pensar y hablar.

Muchos se angustian ante la perspectiva de que otros medios- la televisión, la radio y también los libros- pierdan la batalla ante este gigante que mezcla el texto, el hipertexto y lo multimedia. En la batalla de Apocalípticos e Integrados 2.0 me inclino por los segundos: la red sólo puede mejorar estas experiencias y abrirlas, inclusive, a más y mejores consumidores. El Kindle de Amazon no destruye el libro sino que lo mejora, de la misma manera que Itunes no destruyó la música sino que la transladó a nuevos formatos y diferentes plataformas.

Es cierto que todavía hoy vivimos en un mundo de transición; que el gran salto tecnológico- y definitivo para toda la humanidad- no ha sido dado. El debate entorno a las mejoras de este medio sigue abierto. Pero Internet nos ha transformado tanto, de una manera tan absoluta, que dificilmente podamos volver a ese mundo desconectado de antaño.

Sobre Eco y los nuevos medios

Umberto Eco en su texto "Para una guerrilla semiologica" nos hablaba de la importancia de la responsabilidad individual ante el avance de la cultura de masas. A Eco le preocupaba, ya en 1967, lo que ocurriría si el mensaje partía de una sola fuente y la audiencia- carente de una alternativa- la aceptase pasivamente. En ese texto decía:
"La batalla por la supervivencia del hombre como ser responsable en la Era de la Comunicación no se gana en el lugar de donde parte la comunicación sino en el lugar a donde llega. Si he hablado de guerrilla es porque nos espera un destino paradójico y difícil, a nosotros, estudiosos y técnicos de la comunicación: precisamente en el momento en que los sistemas de comunicación prevén una sola fuente industrializada y un solo mensaje, que llegaría a una audiencia dispersa por todo el mundo, nosotros deberemos ser capaces de imaginar unos sistemas de comunicación complementarios que nos permitan llegar a cada grupo humano en particular, a cada miembro en particular, de la audiencia universal, para discutir el mensaje en su punto de llegada, a la luz de los códigos de llegada, confrontándolos con los códigos de partida."

Este blog, entonces, parte de esta idea de Eco. En un contexto en el que la concentración de medios es cada vez mayor, en el que la censura sigue siendo una herramienta para perpetuarse en el poder, en el que la prensa ha dejado de ocupar el lugar del 4to poder- aquel paladín de la verdad- la posibilidad de reflexionar y repensar los hechos que nos involucran se hace cada vez más fundamental.

Los nuevos medios se nos presentan como una herramienta eficaz para que el periodismo ciudadano se alce por sobre los medios tradicionales y se comunique, de igual a igual, con otros usuarios.