Hablaron, particularmente, del intento de desestabilización que sufrió Correa el septiembre pasado cuando fue atacado y después acorralado por policías en paro pero también de la importancia de los movimientos indigenistas en Ecuador, de la llamada "Revolución Ciudadana" y, claro, de las izquierdas sudamericanas y sus políticas emancipadoras.
Sobre la sucesión de golpes de Estado en los países del ALBA (Alianza Bolivariana de los pueblos de América): "Para la oligarquía latinoamericana, para los grupos norteamericanos más reaccionarios, para los halcones norteamericanos, la democracia en América Latina es buena hasta que ellos elijan cambiarla. La democracia no les interesa en lo absoluto, lo que les interesa es mantener sus privilegios, mantener sus posiciones de poder (...) Venezuela en 20002, Bolivia en 2008, Honduras, exitoso, en 2009, fracasado en Ecuador en 2010 fueron todos golpes atípicos. Tal vez lo más cercano a lo típico fue lo de Honduras. Son golpes no ortodoxos (...) Ya no llaman a las cosas por su nombre: golpe de Estado, sino que detrás de esas argucias, están grupos políticos que si tiene éxito el golpe, salen a la luz, sino se quedan escondidos y les echan la culpa a terceros como ocurrió en Ecuador"
Sobre la Revolución Ciudadana: "Es un cambio radical, profundo y rápido de las estructuras vigentes. Sobre todo cambio en las relaciones de poder: este es el gran desafio de América Latina en el siglo XXI. El poder estaba en unas cuantas manos y unas cuantas elites que siempre nos han explotado en contubernio con poderes extranjeros y debe pasar a manos de las grandes mayorías, lo cual a su vez se traduce en la calidad del Estado. Pasar de esos Estados burgueses a verdaderos Estados Populares".
Termina con una frase que debería ser título: "América Latina prefiere el riesgo de ser libre a la nefasta solvencia de los serviles". Nada mal, ¿eh?
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