Murió.


En algunas casas de San Isidro, donde vivo, hoy algunos sonríen. No festejan abiertamente, guardan sus cacerolas para otro momento, se cuidan de que no se les note, pero sonríen. Nada más es necesario, esa sonrisa lo dice todo; es una piedra en el zapato, de esas que al principio molestan y después duelen, de esas heridas que al final tenés que frotar con alcohol porque después se infectan.

Pienso por qué a estas personas les produce tanto placer que alguien reviente, qué habrá hecho Néstor Kirchner para enojarlos tanto. Y no sé qué contestarme. Kirchner supo ser colérico, jodón, intolerante, apasionado, rebelde, informal, valiente. Supo ser lo mejor y lo peor de los argentinos, y siempre pensé que lo odiaban porque no toleraban verse en el espejo de sus propias limitaciones.

Más allá de la mezquindad y el cinismo, a los que nos gusta la política porque la creemos la mejor herramienta para mejorar la calidad de la vida de las personas, los que entendemos la dignidad humana como producto de la justicia social, hoy estamos tristes.

Cuando en 2001 saqueaban supermercados, cuando Argentina se iba a la mierda otra vez -- está vez más a la mierda que nunca -- cuando el grito unánime era "que se vayan todos", jamás hubiese pensando que personas de todas las generaciones sentirían este dolor, que serían capaces, finalmente, de llorar a un político embarrado hasta los codos en lo más sucio del juego político. Y esta tristeza que nos invade, este sentimiento de orfandad que tenemos en nuestros momentos de derrota, tiene sabor a victoria.

Por mi parte quiero recordarlo frío, sin que se le mueva un pelo, pidiéndole a los jefes militares que bajen el cuadrito de Videla. La historia se lee o se hace-- festejo que existan personas que se inclinen por lo segundo.

5 comentarios:

Anibal Villordo dijo...

Comparto y Adhiero a tus sentidos comentarios!!!
Abrazo. www.anibalvillordo.blogspot.com

Unknown dijo...

Algunos sonrien por lo bajo, pero muchos lloramos. Lo importante es saber que somos muchos los que reconocemos el valor que tuvo para nuestro país.

Crístel Schittner. - dijo...

Piel de gallina. Por eso te quiero!

Ruben Stefani dijo...

Para los que fuimos sus compañeros y estamos vivos, por eso el hablaba de "sobrevivientes", y que derramamos lagrimas a mas no poder por su ida desmesurada, tan desmesurada como el peronismo, nos hace sentir muy bien leer un post con tanto sentimiento, de muy buena factura y con una aguda observacion social -casi de
clase, agregaria yo. Por todo eso y el respeto a todas luces, muchas gracias,
Ruben
PD. a ver si terminas de estudiar 8-)
pd. 2 los acentos faltan por un p... teclado que falla
Besos

El marido de Chicha dijo...

Asquerosa alegría la de esta gente de San Isidro.
Aunque no alcance para tapar momentos imborrables, como la bajada de ese cuadro.

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